Víctor Rodríguez Asensio. @Victor_rdez
Stephen
Curry no ha vuelto a ser el mismo desde el pasado 27 de febrero.
Aquel día se consagró en la “Meca del basket”, en el Madison,
dónde todo el mundo vio a un chaval aparentemente normal acribillar
a los Knicks con 54 puntos y 11 triples.
Sin
duda, antes de aquel día era considerado un gran jugador, pero
brillar en la Gran Manzana le hizo dar un paso adelante en la liga y
por fin tener el reconocimiento de una estrella. Esta temporada ha
sido muy especial para Curry, no sólo por las actuaciones en el
Madison (54 puntos) y en el Staples (47), también ha conseguido
superar el récord de triples anotados en una temporada, superando la
anterior marca de Ray Allen (269) y situándola en 272, con un
impresionante promedio de 3.3 triples por partido y un 45 % de
acierto. Números que le colocan entre la élite de tiradores de la
historia, dónde están nombres cómo Reggie Miller, Ray Allen o
Steve Kerr. Ha sido el primer jugador de la historia en anotar en un
partido más de 50 puntos con 10 o más triples, pero lo más
importante es lo que ha logrado a nivel de equipo.
Hacía
seis temporadas que los Warriors no se clasificaban para Playoffs y
esta temporada lo han conseguido con un récord de 47-35 que les
otorgó la sexta plaza del Oeste. Tras la marcha de Monta Ellis,
Curry se hizo con las riendas del equipo y junto a David Lee han
llevado a los Warriors hasta las eliminatorias por el título.
Esta
temporada está en máximos de su carrera en puntos (23), asistencias
(7) y rebotes (4), consagrándose como uno de los mejores en una
posición, la de base, que vive probablemente el mejor momento de su
historia de la NBA, con una gran variedad de nombres. Stephen Curry
es el mejor tirador en la actualidad, domina todas
las variantes del tiro, ya sea tras salir de un bloqueo, parándose
en seco tras una carrera, tirando tras bote, dejando una “bombita”
o apoyándose en el tablero. Tiene una mecánica de tiro muy rápida
lo que le permite lanzar a pesar de estar bien defendido, tira mucho
pero no suele forzar situaciones, no es ni mucho menos un jugador
egoísta y así lo demuestran sus 7 asistencias por
partido.
Considerando
sus guarismos y los éxitos de su equipo no se entiende su ausencia
en el All Star y esperemos que la NBA le reconozca la magnífica
temporada que se ha marcado integrándolo en el segundo o tercer
mejor quinteto de la temporada.
Silencioso,
tranquilo, humilde y trabajador en palabras de sus propios compañeros
así es Steph Curry, un líder y un gran chico, que esta temporada
quedó segundo en las votaciones de jugador con mayor deportividad,
galardón que ya logró en 2011. Una estrella de la liga y poder
disfrutar de su juego es una razón más que suficiente para esperar
despierto hasta las cuatro y media de la madrugada y que empiece el
espectáculo en el Oracle Arena. Como diría el añorado Andrés
Montes, Stephen Curry se ha convertido en todo un “jugón” a base
de ratatatata....triiiipleee
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